MadreMala es una expulsión... indolora y sumamente placentera.
La oxitocina que estabas pidiendo... que necesitabas.
Para las que han tenido el parto de nalgas o el pezón invertido,
Cesárea programada o diabetes gestacional...o nada ...o todo... o nunca...
MadreMala hay más que una.
MadreMala hay más de una
Mi maternidad llegó paseando en bicicleta.
Llegó como un pellizco. Se ancló y nació la urgencia. Desesperada.Veloz.Categórica.
Una oleada de sensaciones, emociones y pensamientos sacudió mi cabeza pedaleando de vuelta a casa.
A partir de este momento nada volvió a ser igual.
Yo nunca tuve ese instinto maternal. Ver un bebé no me provocaba gran cosa, la verdad... Si alguna vez me veía en el compromiso de coger alguno en brazos, se me echaba a llorar irremediablemente, como si yo tuviera pinchos en los brazos o cara de bruja comeniños. Relacionarme con niños me descolocaba un poco, no los entendía muy bien y siempre me desconcertaban sus imprevisibles comportamientos... Sin embargo, me encantaba hablar con ellxs cuando empezaban a expresar su personalidad, cuando empiezan los “conflictos”, las inquietudes, las dudas..., ¡menuda aventura!! Llegando a los 40 no podía dejar de mirar a las personas que conocía que no habían tenido hijos. El reloj biológico corría y yo debía decidir si quería la libertad de aquellxs o la loca aventura de ser parte involucrada (y pringada!) en la vida de una nueva persona en potencia. Tic, tac, tic, tac, tic, tac.... Ya lo sabía. ¡Quería pringarme! Pero dentro de unos ... diez años.... No había tiempo, era ahora o nunca: al borde del inmenso acantilado, una eterna vida en soledad comiéndome los talones y frente a mí, el salto al precipicio y correr aventuras con mi nuevo amiguito.... Y salté.
MadreMala, es una historia protagonizada por mujeres que viven su maternidad como buenamente pueden.
Mujeres ciclotímicas, pacientes, brutas, razonables, cobardes, lideresas.
Un espectáculo de teatro de objetos donde se unen varios lenguajes: interpretación, música en vivo y elementos en dos dimensiones. Dos actrices y un músico darán vida a multitud de mujeres en su periodo de gestación.
“Durante el embarazo sentí que habitaba en dos planos temporales:
Uno a velocidad de la luz, porque la cantidad de sentimientos y emociones que experimentaba era tan grande e intensa que hacía que cada día acabara exhausta.
Y otro a cámara lenta, porque el momento del parto se me hacía muy lejano.
Estos dos planos se me mezclaban continuamente. Urgencia y calma.”
Estos ritmos están presentes en la dramaturgia.
Es una narración no lineal que juega con diferentes niveles de realidad. Eso nos permite una gran libertad creativa y multidisciplinar…Porque así somos nosotras ; )
La música es una parte esencial. Una creación original interpretada en directo que aporta frescura y virtuosismo.
Con una puesta de luces muy personal y atractiva, este es un espectáculo gamberro, divertido, emocional y muy necesario.
Para público adulto y altamente recomendable para adolescentes mayores de 16 años.
Formato mediano.
Duración 55 min.
Intérpretes:
Marisa Refoyo y Ana Ibáñez
Idea original y dirección:
Marisa Refoyo
Dramaturgia:
Ana Ibáñez y Marisa Refoyo
Concepto y dirección de objetos:
Maite Campos
Creación musical:
Adrián Rincón
Diseño Gráfico y creación de Escenografía:
Fabián Huertes Castillo
Coreografía:
Cristina Carrascosa
Diseño y creación de vestuario:
Chiqui Paniagua
Diseño y creación de iluminación:
Fabián Huertes Castillo y Eneko Álamo
Necesidades:
Espacio mínimo de 6m. x 6m. y 4m. de altura.
Sonido Amplificado en sala y un monitor.
Podemos llevar iluminación propia, en caso de que el espacio no la tenga. En ese caso, necesitamos 3 varas (frontal, sobre escenografía y cerca del fondo).
Tiempo de montaje 5 horas.
Tiempo de desmontaje 2 horas.
“(...) Con lo que finalmente me comprometí fue con la determinación de poner remedio a la separación entre cuerpo y espíritu, en la medida en que puede hacerlo una mujer individualmente y, a ser posible, con otras mujeres. Me propuse no perderme nunca más psíquica y físicamente de aquella manera. Poco a poco empecé a entender la paradoja que había en mi experiencia como madre; aunque distinta de la experiencia de otras mujeres, no era única, y solo liberándome de la ilusión de mi unicidad podía acariciar la esperanza de tener una vida auténtica como mujer”
Adrienne Rich: Cólera y ternura.
